Ordenación Entorno Iglesia San Juan Bautista | Alberto Cerezo Narváez

Un proyecto de Plaza Mayor de una ciudad debe contemplar y alcanzar al conjunto de la población, por lejos o disperso que esté. Debe ser, por tanto, fruto de una reflexión a nivel urbano y resolver todos los aspectos de relación y conexión de las distintas zonas de la ciudad. En síntesis, se establece que la problemática y discusión de una Plaza Mayor debe abordarse desde el análisis urbano de todo el conjunto de la ciudad y su territorio disperso en todas sus vertientes: sociales, políticas, económicas, morfológicas, funcionales,… La propuesta pretende ser lo suficientemente ambiciosa como para resolver todo lo que conlleva un equipamiento general de la índole de una Plaza Mayor. El modelo de Plaza Mayor debe tener como objetivo la definición y posterior consolidación de un espacio urbano singular en todos sus aspectos. En lo físico, en cuanto a sus dimensiones. En sus usos definidos, ya que debe quedar especializada como equipamiento general, con todo lo que ello conlleva. En sus conexiones y accesibilidad, superiores en cualquier caso a la de cualquier plaza de la ciudad. En sus dotaciones de mobiliario, cuantitativa y cualitativamente. En síntesis, debe ser un elemento polo que focalice gran parte de las redes sociales de la ciudad, generando un espacio liberador de la Iglesia de San Juan Evangelista -como edificio religioso más importante de la ciudad- y además revitalizando la zona centro de la ciudad, conformándose como fondo de la estructura urbana circundante.