Alqueria in Alboraia | mmarq arquitectura y urbanismo

The orchard of Valencia and the towns that surround it, such as Alboraia, are one of the most interesting spaces from the point of view of food sovereignty and make up a space that has been declared SIPAM, a protected agricultural space declared by the FAO.  The orchard that surrounds and envelops the city of Valencia was one of the reasons for the designation of Valencia as Green European Green Capital 2024. We cannot talk about traditional architecture and our project without first presenting in which area the building that is the object of our study is located, project and work.

This building, originally a farmer's house in the early twentieth century, after being abandoned as a residential use, become a multiple uses building that had been disfiguring and disrupting its original morphology, forming a mixture of construction systems that were very difficult to fit in a contemporary home. However, it did offer us a chance, which was the leitmotif of the project and finally of the house, it was to design a space that would allow its guests to enjoy the orchard and its landscape from inside the house as an element of the house.

What’s more, the orchard can only be recovered if it is also recovered as a living space, without giving up the comforts of modern life. The house has some standards of comfort and quality, such as underfloor heating, ducted air conditioning and all of this generated with an aerothermal system. The interior natural lighting is complemented by the arrangement of solar tubes that allow the entry of natural light in the central area of the living room space, increasing levels of natural lighting.

This unique volumetry comes from the original building existing on the site, because preserving the original footprint and volume unaltered, was a condition required by the severe urban planning rules that regulate the orchard area surrounding the village, which adds complexity to the development of a project in this protected landscape area.

We generate a large and continuous open-plan interior space that physically and visually connects with the exterior and the views of the surrounding orchard fields, perceptible from the inside of the house, said exterior perception from the interior includes the inclined roofs of curved Arabic tiles. For this reason, we chose the aged tile model, recovering this special feature of the traditional roofs of the buildings existing in the area. In this way, the project is integrated into this historical landscape. Ceramics, also, have been a fundamental piece in the traditional architecture of the Valencian orchard. From the inside of the house through the horizontal window located in the dining room of the house the roof is visible, establishing that link between the interior and the exterior, being the roof tiles another representative element that can be seen from the inside. This spatial and visual game brings great richness to the most representative space of the home.

This unique space makes use of such a traditional material as ceramics to find and locate certain physical landmarks, administrative areas and common roads, is a backbone of an area that covers many hectares but toponymically has its historical names some of them come from the thirteenth and fourteenth century. We have understood that this building also from its geographical aspect and turn it into a landmark at the crossroads that watches over (ancient Via Augusta, Valencia-Aragon railway connection, Camí de Farinós), and we have incorporated ceramic plaques to indicate the road on which it is located as well as the partida (a way of naming certain extensions of land irrigated by the millenary irrigation ditches of the Huerta of Valencia), using the traditional cobalt blue ceramic finish but with modern typography, with the desire to incorporate contemporaneity while respecting the essential traditional elements.

[ES]

La huerta de Valencia y los pueblos que la rodean, como Alboraia, son uno de los espacios más interesantes desde el punto de vista de la soberanía alimentaria y conforman un espacio que ha sido declarado SIPAM, espacio agrícola protegido declarado por la FAO. . La huerta que rodea y envuelve la ciudad de Valencia fue uno de los motivos de la designación de Valencia como Capital Verde Europea 2024. No podemos hablar de arquitectura tradicional y de nuestro proyecto sin antes presentar en qué zona se encuentra el edificio objeto de nuestro se ubica el estudio. proyecto y obra. Esta simbiosis entre espacio agroeconómico y espacio ocasionalmente habitado genera un paisaje muy característico y en cierta medida opuesto a la ciudad que lo rodea.

Este edificio, originariamente una vivienda de agricultores de principios de siglo XX, había devenido tras el abandono como uso de vivienda, en múltiples usos que habían ido desfigurando y trastocando la morfología original del edificio, conformando una mezcla de sistemas constructivos de muy difícil encaje en una vivienda contemporánea. Si que nos ofrecía una posibilidad, que fue el leitmotiv del proyecto y finalmente de la casa, que era diseñar un espacio que permitiera disfrutar de la huerta y su paisaje desde el interior de la vivienda, que fuera un elemento más de la propia casa. 

Pero solo se puede recuperar la huerta, si además se recupera como espacio habitable, sin prescindir de las comodidades que pueden existir en la forma de vida contemporánea. La vivienda posee algunos estándares de confort y calidad que con equiparables a los de cualquier vivienda, como calefacción con sistema de suelo radiante, climatización por conductos y todo ello generado con un sistema de aerotermia. La iluminación natural interior se complementa con la disposición de tubos solares que permite la entrada de luz natural en la zona central del espacio del salón comedor, para permitir aumentar los niveles de iluminación natural si fuera necesario.

Su singular volumetría es la original del edificio existente en el emplazamiento, permaneciendo inalterada la huella y la volumetría del edificio original, condición exigida por la rígida normativa urbanística vigente en el ámbito de la huerta en el municipio donde se ubica, lo que le confiere una complejidad añadida a la de actuar en un ámbito protegido paisajísticamente.

Generamos un gran y continuo espacio interior diáfano que conecta física y visualmente con el exterior y las vistas de los campos de huerta circundantes, perceptible desde el interior de la vivienda, dicha percepción exterior desde el interior incluye las cubiertas inclinadas de teja árabe curva. Para ello escogimos el modelo de teja envejecida, con un acabado muy similar a la de las cubiertas de las edificaciones existentes, generando de ese modo una integración de la rehabilitación en el contexto paisajístico. La cerámica es pieza fundamental de forma histórica en la arquitectura tradicional de la huerta de Valencia. Desde el interior de la casa a través de la ventana horizontal que se ubica en la comedor de la casa es visible el tejado, estableciendo ese nexo de unión entre el interior y el exterior, la teja como otro elemento en el interior de la vivienda, este juego espacial y visual le aporta una gran riqueza al espacio más representativo de la vivienda.

Este espacio tan singular, hace uso de un material tan tradicional como la cerámica para buscar y ubicar ciertos hitos físicos, zonas administrativas y caminos de circulación habituales, es un elemento vertebrador de una superficie que cubre muchas hectáreas pero que toponímicamente tiene sus denominaciones históricas algunas de ellas provienen del siglo XIII y XIV. Nosotros hemos entendido que este edificio también desde su vertiente geográfica y convertirla en hito en el cruce de caminos que vigila (antigua via augusta, conexión ferroviaria Valencia-Aragón, Camí de Farinós), y hemos incorporado unas placas cerámicas para indicar el camino en el que se encuentra así como la partida (forma de denominar ciertas extensiones de terreno irrigadas por las acequias milenarias de la huerta de Valencia), empleando el acabado tradicional de cerámica azul cobalto pero con tipografía moderna, con ese deseo de incorporar la contemporaneidad desde el respeto a los elementos esenciales tradicionales.

Lead Architects: Pilar Martí Rodrigo – Architect

Photography: Mariela Apollonio (Fotógrafa de Arquitectura), Clara Muñoz (Caravista Estudio)