Recovery of the old Hospital of San Sebastian | José María Sánchez García

“A building as a city”

Our proposal is based on the understanding of the old Hospital building as an urban space which is able to hold the city’s activity inside. Corridors become streets and courtyards become squares, creating a unique space. All relevant heritage elements and spaces are reclaimed fo this purpose.

The intervention allows the Hospital of San Sebastian to adapt itself to the needs of a contemporary public building, whilst preserving all those elements of historical value that characterize the refurbished construction. The original facades and volumes are preserved entirely. In the interior areas, the existing volumes of the vaulted rooms are recovered; unnecesary compartments are avoided and all suspended ceilings are removed. All the interior partitions -doors and windows-, the vertical communication cores and the scattered toilets are eliminated, freeing the floor plan from the modifications added over time.

The Ground Floor is conceived as a large urban interchange hub, a space returned to the city. The rectangular premises, which are set around the courtyards, allow ease of use, generating a dynamic fabric in which both gourmet market uses and multi-purpose spaces emerge.

TEAM: Mariló Sánchez, Javier Fernández, Ignacio Hornillos, Sofía Romeo, Cristina Lorenzo, Adrián Paterna, Fernando Benito Fernández.
MEP ENGINEERING: Aro Consultores. Enrique García-Margallo
STRUCTURE: Juan Pedro Cortés

[ES]

“Un edificio como una ciudad”.

Nuestra propuesta se basa en el entendimiento del antiguo edificio del Hospital como un espacio urbano, capaz de incorporar en su interior la actividad que se produce en la ciudad. Los pasillos se convierten en calles y los patios en plazas, generando un espacio único. Para ello se recuperan los espacios y los elementos históricos de interés.

La intervención permite adecuar el Hospital de San Sebastián a las necesidades de un edificio público contemporáneo, pero siempre desde el máximo respeto a la historia y al valor del edificio original. Las fachadas y la volumetría originales se respetan en su totalidad. En el interior, se recuperan los volúmenes originales de las salas abovedadas, evitando compartimentaciones innecesarias y eliminando todos los falsos techos actuales. Se eliminan todas las tabiquerías interiores -puertas y ventanas-, los núcleos de comunicación vertical y los aseos dispersos, liberando la planta de las modificaciones añadidas en el tiempo.

La Planta Baja se concibe como un gran intercambiador urbano, un espacio devuelto a la ciudad. Los locales rectangulares, organizados en torno a los patios, permiten la facilidad en su uso, generando un tejido dinámico del que emergen espacios de mercado gourmet y espacios polivalentes.