Casa Palerm | OHLAB - OLIVER HERNAIZ ARCHITECTURE LAB

Casa Palerm is as an extension of a rural hotel in the countryside of Lloret de Vistalegre, in the centre of Mallorca. It is a new independent building, close to the original farmhouse, which functions as a small holiday home. The project follows a discreet architecture, being integrated within its surrounding environment and performing efficiently, both economically and energetically.

The program is resolved in one level with a compact and elongated volume with pitched roof. The width is kept to six meters in order to use low-cost beams and structure with no columns. The layout, parallel to the slope of the terrain, allows all the rooms to enjoy views of the countryside and the Tramontana mountains towards the north and take advantage of the south sun. This arrangement also favours crossed ventilations, natural lighting and the thermoregulation of the house.

Transversely, the volume is perforated by an imaginary box creating a central hole, the living-dining room. On the floor, a concrete tongue creates terraces on each side of the living space, both enlarging and connecting it to the landscape. On the ceiling, a wattle (cañizo) pergola crosses the hollow space and expands on both sides. In this way, the terraces are protected from the summer sun, and the wattle filters the light – creating a Mediterranean play of lights and shadows. The windows of this space can be completely hidden in the walls of the façade, so that the living-dining room becomes an external porch and invades the north and south terraces depending on season.

On the south terrace, the concrete tongue ends with a wide bench made of local stone marés, from where one can view the framed landscape through the big opening of the house that intentionally has a panoramic format with a cinematographic proportion (2.66:1). This ratio of the old Cinemascope evokes the personal imagery that bring us back to old movie theatres. Thus, from the south terrace we can watch the living room as the stage of everyday life – with both the fields and the Tramontana mountains panoramically cropped as a backdrop.

Towards the north, the terrace works as a podium (above the rain water tank) to contemplate the views and the pool.

Simple yet effective solutions, both in terms of design and energy efficiency, complete the house. The impact of the sun is mitigated by the wattle pergola, the Mallorquian shutters and the planting of deciduous trees provide shade in summer. Rainwater is stored in the water tank and then is reused for the irrigation of the low maintenance Mediterranean garden, the filling of the toilet tanks, and for the pool. Traditional construction details are used, as well as a palette of natural and local materials – such as rustic lime mortar plastering, reused ceramic roof tiles, hydraulic tiles, local mares stone, cane, sepi wood and artisan cement floors and sinks.

Credits:
Architecture and Interior Design: OHLAB / Paloma Hernaiz and Jaime Oliver
OHLAB team: Paloma Hernaiz and Jaime Oliver with Rebeca Lavín, Silvia Morais José Allona, Amalia Stavropoulou
Quantity surveyor: Jorge Ramón
Contractor: Joaquín García Rubio
Structure: Lorenzo Croce
Landscape: Salva Cañís
Kitchen and cañizo works: OHLAB design, Creacuina
Furniture: La Pecera
Photos: José Hevia

[ES]

La casa Palerm es una pequeña casa de vacaciones situada en una zona rural del centro de Mallorca. El programa se formaliza a modo de pastilla compacta y alargada perpendicular a la fuerte pendiente de la parcela de manera que, todas las estancias gozan de vistas a la sierra de la Tramontana a norte.

Transversalmente, la pastilla se perfora mediante un prisma imaginario obteniendo un gran hueco central, el salón-comedor. La huella del prisma queda reflejada en suelo y techo. En el suelo una lengua de hormigón crea terrazas a ambos lados del salón, ampliándolo y conectándolo con el paisaje. En el techo, una pérgola de cañizo atraviesa el hueco y sobresale por ambos lados. De esta manera las terrazas quedan protegidas del sol, y el cañizo filtra la luz creando un juego de luces y sombras típico de la arquitectura mediterránea. El salón-comedor puede ser interior o exterior gracias a unas ventanas correderas que pueden esconderse totalmente en la fachada.

En la terraza sur la lengua de hormigón finaliza con un banco corrido de marés (piedra autóctona) desde el que se observa el paisaje enmarcado a través del gran hueco como si de una pantalla de cine se tratase ya que la proporción del hueco se asemeja a la del antiguo Cinemascope 2.66:1. Por el contrario a norte la terraza funciona como un podio (sobre el aljibe que recoge el agua de lluvia) para contemplar las vistas y la piscina que se encuentra en una plataforma paralela a la casa en un nivel más bajo.

Debido al bajo presupuesto, se optó por soluciones sencillas pero eficaces tanto en diseño como en términos de eficiencia energética. De esta manera el impacto del sol se atenúa mediante la pérgola de cañizo, las persianas mallorquinas y la plantación de árboles que aportan sombra en verano. Otro aspecto importante es la recogida del agua de lluvia almacenada en el aljibe y reutilizada para el riego, el llenado de las cisternas y para compensar las pérdidas de agua de la piscina. Por último, la estrecha crujía de la casa permite una mayor eficiencia energética. Al tener todas las estancias orientación norte-sur, se genera una ventilación cruzada fundamental para la renovación de aire pero también, para termo-regular la vivienda. Además,  las aperturas en ambos lados generan interiores muy luminosos que reducen notablemente el uso de luz.

La casa adopta una estética propia de la arquitectura tradicional mallorquina. La aplicación del detalle constructivo típico y de elementos tradicionales, así como el uso de materiales naturales y locales como la madera, el enfoscado de mortero de cal rústico, la teja cerámica, la piedra de marés, el cañizo…contribuye a la integración con el entorno pero también al kilómetro cero.

La casa Palerm es un proyecto sencillo pero potente donde el huésped puede sumergirse en la vida mallorquina tanto en paisaje como en arquitectura, así como disfrutar de todas las comodidades de la vida cotidiana y de los espacios de ocio que hay en ella.

Equipo OHLAB:  Paloma Hernaiz, Jaime Oliver con Rebeca Lavín, Silvia Morais, José Allona, Amalia Stavropoulou
Arquitectura y Diseño Interior: OHLAB / Paloma Hernaiz y Jaime Oliver
Arquitecto técnico: Jorge Ramón
Constructor: Joaquín García Rubio
Estructura: Lorenzo Croce
Paisajismo: Salvador Cañís
Cocina y trabajos de cañizo: diseño OHLAB, Creacuina
Mobiliario: La pecera
Fotos: José Hevia