House in Sant Cugat | Josep Ferrando Architecture

HOUSE IN SANT CUGAT. Architect’s project description.
Located in the historical centre of Sant Cugat, a house between party walls is a project sensitive to the inhabitant and the city. A fragment that fits with the complex urban conditions: the Monastery, the cultural heritage of the street façade and the topography. The party walls have an increased thickness to serve as storage and servant space, working as furniture and “promenade”. The horizontal slabs are adapted to the topography and the program of the dwelling unit with a “raumplan” system. A unique construction gesture to build the entire home, as if it were a hollowed piece of wood, shaped through light, void and visuals to interior and exterior.

A house between party walls is a project sensitive to the inhabitant and the city

The architect Josep Ferrando resolves the complex urban conditions of the context and the site in which the house is located – less than 5 meters wide and with a particular topography that constrains the parcel between two streets situated at different heights – starting the conception of the project from the shaping of the volume.

The solution developed consists of inserting a new house of concrete blocks inside of the pre-existing home positioned between two thick walls dividing it from neighbouring houses. In this way, three volumes are generated, one serves as a storage space, another is dedicated to circulation and a third one which articulates in habitable terms all the spaces that compose the building.

The interior of the concrete house is inhabited through the superposition of laminated wooden panels which adapt to the topography, organize the space and convey a warm atmosphere to the living spaces.

The challenge of this new home lies in approaching the process leading to the architectural project with creative and constructive line guides able to resolve the decisive conditions inherent to the project. Concretely, for Josep Ferrando, one of the young Spanish architects with major International projection, the starting point was to recreate a completely new house between walls in the centre of Sant Cugat, which is considered a Cultural Patrimony, and therefore obliged the preservation of the house’s main facade and roof. In addition, the building had to be less than 5 meters wide and deal with a complex topography which constrained the site between to streets with different heights. Ferrando, far from limiting his action to a predictable and submissive design constrained by the restrictions of the context and plan, chose to resolve the complexity of the assignment constructing starting the conception of the project from the shaping of the volume. A new house made of concrete blocks has been inserted in the pre-existing building. The dividing walls adjacent to the neighbouring houses increase its thickness and function as a filter and service space generating on one side a place for storage while on the other a “promenade” or circulation space. The void resting between both service spaces becomes the living area. The thickness of the walls construct interior facades in longitude and increase the perception of the space from a transversal view. In the interior of the concrete house, L-shaped metal profiles sustain wooden panels which adapt to the topography and the openings of the pre-existing facade, organizing the space and conveying a warm atmosphere to the living spaces. The height differences between the floors generate crossing views and bring light to every level of the house, including the lower ground floor, thanks to the void carved in the upper storeys. The program of the house is fragmented, breaking the continuity of the horizontal plan in a way that Adolf Loos denominated “Raumplan”. Overall, the sequence of a house within a house goes from more urban materials to more domestic ones, building an empty joint between them which allows light and views to circulate through all spaces. The internal void converts itself in the public area of the house. This is the space in which all the views cross and relations are built through the “railing-furniture” delimitating it.

[ES]
Una casa entre medianeras se convierte en un proyecto de ciudad y en una manera de vivir

Memoria
Situada en el centro histórico de Sant Cugat del Vallès, una casa entre medianeras se convierte en un proyecto de la ciudad y de una manera de vivir. Una pieza que encaja con sus complejas condiciones urbanas: los entornos del Monasterio, el Patrimonio Cultural, la fachada principal y la cubierta a preservar, una anchura menor de 5 metros y un desnivel topográfico que hace que la parcela quede entre dos calles situadas a cotas diferentes. Dentro de la casa entre medianeras existente se inserta una casa de bloque de hormigón. Las medianeras de ésta incrementan su espesor para servir de filtro y de espacio servidor, generando a un lado el espacio de almacenaje y al otro la “promenade”. Estos espesores construyen fachadas interiores en el sentido longitudinal que aumentan la sensación espacial en el sentido transversal de la vivienda. En el interior de la casa de hormigón los planos de madera se adaptan a la topografía y a los huecos de las fachadas existentes. Se aprovecha el desfase para generar visuales cruzadas e inundar de luz todas las plantas hasta el semisótano a través del vacío de las cotas superiores. El programa de la vivienda se fragmenta evitando la continuidad del plano horizontal del suelo a modo de lo que Adolf Loos nombró “Raumplan”. La secuencia de casas dentro de una casa va desde materiales más urbanos a materiales más domésticos, construyendo una junta vacía entre ellas que deja circular la luz y las visuales por todos los espacios. El vacío interior se convierte en la plaza o espacio público de la casa. Ese espacio donde todas las miradas se cruzan y las relaciones se construyen a través los mueblesbarandillas que se vuelcan a él.

El arquitecto Josep Ferrando resuelve las complejas condiciones urbanas del entorno protegido y el solar en el que se ubica la vivienda –una anchura menor de 5 metros y un desnivel topográfico que provoca que la parcela se asiente entre dos calles situadas a cotas diferentes– construyendo a partir del volumen. La solución desarrollada consiste en insertar una casa de bloque de hormigón dentro de la casa entre medianeras ya existente. De este modo, se generan tres volúmenes, uno destinado al almacenaje, otro a la circulación y aquel en el que se articulan todos los espacios que componen el edificio en términos habitables. El interior de la casa de hormigón, se habita mediante la superposición de laminados de madera que se adaptan a la topografía, distribuyen el espacio y confieren calidez a la vivienda.

ta el prototipo El reto de esta nueva vivienda residía en abordar el proceso proyectual con unas directrices creativas y constructivas capaces de resolver los condicionantes inherentes al encargo. En concreto, para Josep Ferrando, uno de los arquitectos jóvenes españoles con mayor proyección internacional, el punto de partida fue rehacer por completo una casa entre medianeras, cuya ubicación en el centro de Sant Cugat (Barcelona), entorno catalogado como Patrimonio Cultural, obligaba a preservar su fachada principal y la cubierta. Una edificación que además, contaba con una anchura menor a 5 metros y un desnivel topográfico que situaba la parcela entre dos calles emplazadas a cotas diferentes.

Ferrando, lejos de limitar su actuación a una propuesta predecible y rendida a las restricciones del contexto y la planta, optó por resolver la a priori complejidad del encargo, construyendo a partir del volumen. Dentro de la casa entre medianeras existente, se ha insertado una casa de bloque de hormigón. Las medianeras de ésta incrementan su espesor para servir de filtro y de espacio servidor, generando a un lado lugar para almacenaje y al otro la “promenade” o espacio de circulación. El vacío que generan ambos espacios servidores se convierte en la zona habitable. Espesores que construyen fachadas interiores en el sentido longitudinal y que aumentan la sensación espacial en el sentido transversal de la vivienda. Del interior de la casa de hormigón, mediante el uso de perfiles metálicos en ele, cuelgan planos de madera que se adaptan a la topografía y a los huecos de las fachadas existentes, distribuyen el espacio y otorgan calidez al espacio habitable. Se aprovecha el desfase para generar visuales cruzadas e inundar de luz todas las plantas hasta el semisótano a través del vacío de las cotas superiores. El programa de la vivienda se fragmenta evitando la continuidad del plano horizontal del suelo a modo de lo que Adolf Loos nombró “Raumplan”. En su conjunto, la secuencia de casas dentro de una casa que presenta esta vivienda va desde materiales más urbanos a materiales más domésticos, construyendo una junta vacía entre ellas que deja circular la luz y las visuales por todos los espacios. El vacío interior se convierte en la plaza o espacio público de la casa. Ese espacio donde todas las miradas se cruzan y las relaciones se construyen a través los muebles-barandillas que se vuelcan a él