Hotel Lobby

Programa: Proyectar un vestíbulo para un Hotel urbano en Terrassa, que debe cumplir las funciones de recepción de clientes, sala de espera, zona de descanso privada para los clientes, pequeña oficina, servicios, espacio para guardar equipaje, un bar y una escalera de apoyo para acceder al nivel superior. Espacio: Un edificio de PB+4 sin uso, situado en el centro de Terrassa dará cabida a este proyecto. El edificio es de nueva construcción, por lo que no tiene ningún interés histórico ni protección especial. Se encuentra en fase de construcción, disponiendo tan sólo de la estructura de barras realizada en hormigón armado. Propuesta: Mi inspiración para iniciar este proyecto ha sido la ciudad medieval. Dado que el edificio existente no dispone de un carácter previo a pesar de estar en la zona antigua de la ciudad, este punto de partida me ha servido para abstraer tres conceptos principales en los que me apoyo para realizar todo el proyecto: la verticalidad, la dureza de los materiales y el agua. He realizado un corte en el forjado del primer piso, que me permite generar un espacio de vestíbulo a doble altura y en este altillo incorporo el bar- cockteleria que tendrá vistas de las dos fachadas (calle y patio). Mi primera decisión ha sido ocultar cuatro pilares de hormigón que aparecen en el espacio de actuación de forma longitudinal. Para ello construyo una celosía de elementos verticales con doble altura, realizados en madera de roble que dividen el espacio, y me permiten colocar a un lado la escalera (realizada en vidrio laminado y sin contrahuella, generando una transparencia entre entrada y parte posterior) y los espacios servidores al otro. Estos elementos tienen diferentes anchuras y están colocados a distancias diferentes, para generar dinamismo. Con este mismo lenguaje realizo el tratamiento de las fachadas, ocultando los pilares estructurales y generando nuevos elementos verticales que tienen la altura total del edificio. Para estos exteriores utilizo el acero corten. En la fachada interior trabajo con una lámina de agua que separa la fachada del pavimento exterior y genera un reflejo de la fachada que enfatiza su verticalidad y aspereza. El muro que colinda con la medianera está realizado en hormigón, conservando la irregularidad que le confiere el patrón del propio encofrado. Para el pavimento utilizo el hormigón pulido acabado con una capa de resina epoxídica que le aporta brillo. El resto de cerramientos interiores están acabados en vidrio laminado blanco.