Boutique Optica Blanco | Eva Almohacid

BOUTIQUE: UN CONCEPTO A TENER EN CUENTA En un local de dos plantas con 130 m2 situado junto a la Plaza Mayor, en la Plaza de La Fuente Dorada de Valladolid, tenemos la boutique ÓPTICA BLANCO. Con décadas de experiencia a sus espaldas, se dedica a la atención oftalmológica con una filosofía clara: prestar una atención personalizada y ofrecer un catálogo selecto y de primerísima calidad. De este modo, se ha ganado la fidelidad de todos los amantes de las colecciones de gafas más transgresoras del mundo, que saben que siempre serán atendidos por Jesús Blanco, el propietario, y su equipo, quienes conocen los gustos y necesidades de todos y cada uno de sus clientes. (Porque eso, la atención con nombre propio y el gusto por el detalle y la vanguardia, es lo que marca la diferencia entre una boutique y cualquier otro negocio.) En pleno siglo XXI el desafío para la boutique ÓPTICA BLANCO es convertirse en un faro cultural de diseño y encuentro con un programa de actividades relacionadas con la creación, el arte y la tendencia del sector óptico en Valladolid. Un desafío que requería adecuar el local a los nuevos tiempos. ESPÍRITU CLÁSICO, ESPÍRITU CONTEMPORÁNEO El proyecto, realizado por Eva Almohacid para Dsquadra e Ivan Tomillo en su parte mas arquitectonica, no renuncia al espíritu clásico del local, que tan bien se advierte en la antigua fachada de madera de la década de los cuarenta, coronada por unas enormes gafas clásicas, con escaparate a ambos lados. No obstante, y una vez se accede al interior, los cubos de madera del escaparate mudan en un mueble contenedor que recorre la planta baja, para posteriormente tornarse en peldaños de una escalera en ménsula, que nos conducirá hasta la planta superior. El juego de tonalidades de diferentes tonos de madera en toda esta transición brinda un guiño óptico innegable. Otra muestra del equilibrio entre el espíritu clásico y el contemporáneo se advierte en largo mostrador de madera, inspirado en las mesas de época, opuesto a la provocación de los expositores enmarcados que cuelgan de la pared y que simulan retratos clásicos de los siglos XVII y XVIII y que, si observamos con atención, exhiben gafas reales. A esto se le suma un retrato del mismo Jesús Blanco, fiel a la filosofía de un local donde todos tenemos nombre propio. Enfrente queda una pared forrada en cristal negro que dobla visualmente el espacio y le aporta un dinamismo y una fuerza que atempera un espacio inicialmente alto y estrecho. DISEÑO OMNIPRESENTE La misma intención queda patente en la segunda planta, que alberga el gabinete técnico y la zona de servicios y almacenaje. Este área esta dividida por unas estanterías de producto en vidrio de distintos colores, acompañadas por dos sillones rojos Egg de Jacobsen. Unos cortinones de terciopelo rojo añaden un punto de dramatismo, propio de este espacio concebido para la excelencia. Y es que son múltiples los elementos de diseño, como pequeñas obras de arte en sí mismas, que salpican la boutique siempre con una perfecta integración con el entorno: las coloristas sillas de VIPBLACKBOX son arropadas por clásicos del diseño nórdico, como los ya citados sillones Egg o las SWAN de Arne Jacobsen, diseñadas en 1958. También tenemos la lámpara de cristales Spiral de Verner Panton o la alfombra RESNONVERBA, un diseño propio de la misma Eva Almohacid. El resultado es no sólo demuestra que una óptica bien puede estar a la vanguardia del diseño, sino una total alegría para la vista.