Humanización Castrelo de Cima

En el caso particular de Castrelo de Cima, nos encontramos con un ámbito de actuación muy amplio, que abarca zonas bien diferenciadas, y separadas entre sí, por distintos elementos constructivos. El espacio que se propone a urbanizar, nace de la eliminación de distintos inmuebles, que por su estado ruinoso se procede a su demolición, y su posterior cesión a la Administración Pública, pero esto genera un “vacío arquitectónico” de relevancia, que descontextualiza la trama rural existente. La idea del proyecto es poner en valor la imagen global del ámbito de actuación, y responder a las necesidades de la parroquia, que son las de crear espacio amplio para ocio y esparcimiento, y la regeneración de otras zonas del ámbito por la demanda de nuevos usos. También se plantea la mejora de las instalaciones, canalizando bajo tierra las redes de telefonía, electricidad y alumbrado público, dentro del ámbito de actuación. Lo primero es la creación de muros en la zona de la futura Plaza para conseguir una zona horizontal lo suficientemente amplia para la creación de un espacio público que sirva para el ocio, esparcimiento y encuentro. A su vez, estos muros delimitan distintas zonas de circulación, recuperándose los caminos existentes antes de la demolición de los inmuebles que en la actualidad han desaparecido. Posteriormente, y tras un estudio pormenorizado de las circulaciones, delimitamos las zonas de circulación mixta (rodada y peatonal) en las distintas zonas del ámbito de actuación, pero dentro de este criterio se proyectan distintos módulos de losas de hormigón en función de la importancia de la vía, así pues, en el vial “A”, que constituye la continuación de la carretera OU-103 y por ello el más importante y el que más tráfico soporta, se disponen seis tipologías, de losas de hormigón (módulos A, B, C, D, E, y F ), fruto de la sinuosidad del propio vial, que se van adaptando a su contorno, delimitando de una manera intuitiva el desarrollo del mismo a lo largo del ámbito de actuación. En los viales “B” y “C” se proyectan con un mismo módulo más pequeño y coincidente con los proyectados en Pena do Souto (módulo G). Dichos viales responden a la traza anterior del núcleo rural, delimitando e interconectando dos zonas de carácter más abierto pero de usos diferenciados, uno de ellos es la Plaza, de nueva creación, en la que se proyecta una “senda” peatonal, que atraviesa la misma, conectando la parte suroeste de la zona de intervención, con el vial “A”, y las escaleras que conectan con la Iglesia parroquial; Dentro de la propia Plaza se disponen dos zonas de reposo, que se proyectan tangentes a la mentada senda peatonal, constituyendo lugares de encuentro. Otra de las zonas abiertas que posee el ámbito de actuación es la Plataforma superior / Mirador, que se restaura con la menor intervención posible. Dicho espacio, servirá para la contemplación del paisaje y el reposo, pero también es un lugar social, ya que constituye el vestíbulo previo para los distintos actos religiosos que reúnen a multitud de personas, tales como misas, bautizos, bodas y funerales. Este cambio de carácter pide una cierta dosis de versatilidad, es por ello que se proyectan grandes losas de hormigón, que se disponen para los distintos usos; reunión de gente, aparcamiento del coche fúnebre, aparcamiento del coche nupcial, etc. Pero el espacio que rodea a las losas de hormigón que servirán de firme para el fácil acceso de las personas y vehículos, se proyecta en grava jabre granítico seleccionado. Que posibilita el crecimiento de vegetación en las zonas que se dispongan para ello.