Escuela Infantil Nuevo Gijón

El Proyecto consiste en la construcción de una Escuela Infantil de seis unidades en Nuevo Gijón. Sobre la parcela donde se enclava la intervención, sita en C/ Sierra del Sueve esquina C/ Monte Deva, existen varias edificaciones e instalaciones que constituyen el equipamiento escolar del Colegio Público Antonio Machado, sobre las que no se prevé ninguna actuación. La escuela infantil construida remata la parcela en su zona Sureste, generando el acceso a la misma desde esta zona, y volcándose hacia el sur a través de un patio que sirve como ámbito exterior de juego y espacio de transición con el vecino Colegio. Desde el punto de vista urbano se ha tenido en cuenta dos principios fundamentales: su integración con el resto del equipamiento educativo y su escala y volumetría, que sirve de transición entre los usos públicos y la arquitectura residencial de la zona. El volumen evoca una arquitectura orgánica, siendo la cubierta su rasgo más identificador y aunque si bien la edificación se localiza en una zona urbana, no es ajeno al contexto que lo rodea. La definición del proyecto se formula desde la reflexión de dos conceptos fundamentales: analizar la importancia de la escuela infantil como lugar de socialización del niño fuera de su casa y elegir la tipología más idónea para albergar una escuela infantil, resolviendo el programa de tal manera, que contribuya a crear un ambiente óptimo para el aprendizaje y el desarrollo del niño. La edificación se configura mediante un volumen irregular definido por dos potentes planos (plataforma y cubierta) sobre los que se incrustan otros volúmenes con forma de ameba de diferentes alturas. Estos elementos, fácilmente identificables, albergan las zonas de aulas de la escuela. En su relación se generan espacios interiores dinámicos y de encuentro, de gran riqueza y flexibilidad, que configuran la vida de la escuela y que sirven de distribuidor, zona de juegos cubierta y comedor. El programa se desarrolla íntegramente en una sola planta y se organiza de manera que las aulas y las zonas de estancia de los niños no interfieran con otras destinadas a la administración o instalaciones del edificio, creando un entorno claro y apropiado para el aprendizaje. Todas las aulas tienen un área de expansión que sirve como patio de juegos interior y un jardín exterior donde los niños se relacionan con el entorno. Las aulas se agrupan dos a dos unidas por los espacios de aseo-preparación de alimentos desde los que se puede tener un control visual de las dos, optimizando el espacio, evitando su duplicidad y permitiendo un mayor control por parte de los educadores. Los espacios de aseo están diseñados para poder atender a varios niños a la vez al existir más de una zona de cambio-aseo. Se crea un espacio volcado en si mismo, que protege a los niños del espacio exterior y desde el cual pueden relacionarse con él, mediante elementos traslucidos, vidrios transparentes y coloreados, lucernarios,… que iluminan y ventilan y que incorporan elementos para el desarrollo sensorial, perceptivo y motor. Sensaciones que los niños disfrutan bajo una cubierta-cielo que proporciona luz y protege de la lluvia. Los vacíos se alternan con los llenos, y los espacios libres entre los volúmenes de las aulas, configuran una gran calle, un espacio multifuncional sobre el que se vuelcan las aulas. Todo el programa se configura alrededor de este espacio, imprescindible en los climas húmedos, donde se centra la actividad, y que se conciben como ámbitos de expansión de las aulas, zonas de juego, área de interacción que permite realizar diferentes actividades en grupos de diverso tamaño (escuchar a un adulto leyendo, dibujar en papeles de grandes tamaños, tocar instrumentos, cantar, comer todos juntos…..). Un gran espacio de relación, con recovecos que crean ambientes mágicos y secretos, y que se puede abrir a la zona exterior prolongando el interior al exterior. Como barrera ante las viviendas se sitúa la batería de espacios de servicio y personal y se genera una zona verde de acceso que prolonga la ya existente y que reactiva la escuela infantil frente al barrio. El proyecto persigue por medio del uso del espacio interior acentuar la experiencia del encuentro a lo largo de las diferentes actividades que se desarrollan cada día, generando una imagen rotunda pero amable. Se concibe la Escuela como un todo complejo integrado por espacios de juego y paisajes interiores.