Iglesia y Centro Parroquial

Edificio de forma compacta, construido con materiales austeros, pero nobles. De forma rectangular, desarrolla su longitud ocupando transversalmente la parcela. El cuerpo principal, paralelo a la plaza pública de forma elíptica que le da acceso, posiciona sus proporciones nobles de modo que confiere al lugar la rectitud de la que carece. Tan solo un juego dentado de llenos y vacíos en fachada, rompe la serenidad de su emplazamiento, confiriéndole un sentido al recorrido. Un cuerpo auxiliar, girado respecto al principal, cierra el conjunto, dotando de centralidad los espacios previos de espera y reunión. Funcionalmente, destaca el carácter transversal del espacio principal, de acuerdo con las tendencias actuales de la liturgia católica con la reunión de feligreses en torno a la Sede, abrazando el altar central, en lugar de ocupar longitudinalmente el crucero, de modo lineal y perpendicular al acceso, con el altar al fondo. Interiormente, un espacio ambiguo, exterior pero cubierto, a triple altura, conecta todos los lugares, poniéndolos en relación y ejerciendo de acceso principal dividiendo el conjunto en Templo y Centro Parroquial. El Templo es un espacio rectangular a doble altura, con el coro en fachada, comprimiendo la relación interior/exterior. Un lucernario dispuesto sobre la Sede, crea un punto inicial y final en el recorrido y hace que el sentido transversal de la liturgia no se complemente con el sentido longitudinal de la celebración. El Centro Parroquial, que incluye una vivienda para el párroco, se dispone al otro lado del vestíbulo rampado de acceso, sobre el columbario ubicado en planta de semisótano.