Hospital Comarcal de Montilla | Alberto Cerezo Narváez

Evitar el desasosiego que produce la entrada en un hospital y la soledad ha sido una de las prioridades del proyecto. Crear espacios agradables, amplios, luminosos, ajardinados y proporcionar vistas, generando lugares acogedores al usuario. La compleja infraestructura sanitaria requiere un perfecto ordenamiento para su funcionamiento. Estas premisas, junto a su relación con el entorno, han llevado a la elección de un esquema en doble peine, en el que los patios resultantes resuelven estos "espacios tranquilos" creando jardines interiores que iluminan y permiten organizar los recorridos y el funcionamiento del centro. Se plantean dos accesos enfrentados. El principal, bajo una celosía de lamas a modo de pórtico, da acceso al vestíbulo del hospital. Espacio de doble altura iluminado por lucernarios, que contiene la zona de admisión, salón de actos, cafetería, tiendas, teléfonos y aseos públicos, y al que se asoman las áreas administrativas, la biblioteca y las salas de espera para visitas del área hospitalaria. Conecta con una "franja técnica" que permite el acceso a las consultas externas, diagnóstico por la imagen y los laboratorios, en planta baja, y a la hospitalización normal y de especial vigilancia, en planta alta. Todas ellas organizadas en perpendicular al vestíbulo y alternada con patios ajardinados. El segundo da acceso al área de urgencias, conectada a través de otra franja técnica con las áreas citadas y con la zona quirúrgica situada encima de la primera. Este esquema de paquetes funcionales permite la comunicación de todas las áreas y controlar las circulaciones privadas y públicas, siendo la banda este de uso público relacionada con el vestíbulo, cafetería y administración y la banda oeste como contenedora de las comunicaciones privadas entre las áreas de urgencias, quirúrgicas, hospitalización, rehabilitación, consultas, laboratorio y diagnóstico por la imagen y zonas de servicio.