Ciudad de la Justicia | IRISARRI+PIÑERA

Autores: irisarri-piñera

Equipo 1ª fase: irisarri-piñera
con Fatima Iglesias, Sandra Formigo arquitectas
colaborador Javier Couto arquitecto

Equipo 2ª fase: irisarri-piñera
con Fatima Iglesias, David Alvarez, Filipa Fernándes, arquitectos
colaborador Javier Couto arquitecto


Antecedentes
Un edificio cuya construcción se hará en fases.
Una de las principales instituciones en nuestra sociedad, la justicia, ubicada en un principio en un edificio, que se perdía en un tejido residencial de ciudad jardín de bloques, y en un barrio, resto de tejido rural, encerrado en el crecimiento de la ciudad.
La adicción de un segundo edificio, situado de manera marginal, y que no supo resolver los problemas urbanos planteados, agravó más la situación.
El momento es ahora idóneo, ya que a la escala de la ampliación se une la inmediata transformación del entorno.

Problemática del planeamiento de partida
Al fraccionar el programa en bloques aislados en el PGOU, y asimilarlo a la tipología residencial existente se deja de entender aquél como un conjunto institucional, capaz de generar un espacio urbano de calidad, tan necesario en Vigo y como lugar de referencia ciudadana.
Por otro lado se ignora el espacio, entre el edificio de hacienda y de los juzgados, que aun colonizado hoy por el automóvil, tiene un gran potencial y se puede integrar en el nuevo complejo.

El planeamiento previsto fragmenta la zona verde en áreas de escasa dimensión y subsidiarias de los edificios, mientras que una reordenación permite obtener un parque sensible a la topografía, las vistas y la orientación, que complemente y potencia la singularidad pública del complejo.

La solución del complejo de justicia en edificios aislados provoca la necesidad de múltiples controles de seguridad, problemas de circulación para usuarios con cambios permanentes de espacios climatizados a abiertos etc.

Proponer desde el Proyecto
La organización funcional
Creación de un espacio colectivo, la plaza de la justicia, antesala del atrio climatizado, que resuelve en un único acceso-punto todas las necesidades de control de seguridad. Minimizando gastos y personal, y permitiendo una circulación por todo el conjunto de los edificios, existentes y nuevo, dentro de un entorno climatizado y resguardado.

Permeabilidad transversal en la parcela y creación de un ámbito intermedio cubierto que conecta y permite accesos independientes a los diversos servicios, juzgados de menores, forense y juzgados de guardia etc.

Aprovechar un edificio que consigue una gran riqueza ambiental a través del parque, para desde el mismo controlar ese espacio público.

un espacio lineal donde se agrupan las salas de vistas, con circulaciones independientes de los trabajadores, y de los ciudadanos, éstos en un espacio volcado tanto a las salas como a la ría, origen de Vigo, permite funcionar flexible y óptimamente el conjunto, y su crecimiento en fases sin que el conjunto pierda coherencia en ningún momento.
Se trata de un espacio público, transparente al paisaje y al ciudadano, que acercará la justicia a éstos.

Las oficinas judiaciales se agrupan en “bloques”. Una arquitectura que aun con “partes”, y mediante estrategias que asemejan a Serra o Caro en otros mundos, le permite ser una, y crecer por agregación dentro de un sistema.
Los bloques de oficinas se ahuecan y generan un lugar abierto a modo de calle climatizada, el espacio público del edficio.

Los dos edificios existentes, se insertan y se suman al complejo con naturalidad y ayudan a conformarlo. Al más antiguo proponemos darle acceso por el lado simétrico al actual desde el nuevo atrio, ya que su actual entrada es pequeña, más propia de un edificio doméstico que de una institución, y más con tanta afluencia.
Al segundo simplemente nuestro atrio le engloba de modo natural el porche de acceso, ganando en amplitud y en calidad espacial y ambiental, así como no, en dignidad.

De éste modo se podría constituir el atrio conjunto como el mecanismo de seguridad y control de accesos general del complejo ciudad de la justicia.Por otro lado el atrio y sus conexiones conforma una plaza urbana con capacidad de funcionar a dos lados y coser en ladera el barrio.

La cubierta del basamento donde se ubican las salas de vistas, perfectamente visible desde los edificios de Coia, proponemos que se constituye para el barrio y los trabajadores en un cuidado jardín estacional, mediante una cubierta vegetal extensiva, sin necesidad de mantenimiento, al que se podría acceder para descanso de los trabajadores.

Las piezas que acogen las oficinas judiciales se comunican entre ellas, a distintos niveles
creando puntuales zonas de descanso y encuentro para los trabajadores, en galerías con vistas
a la ría, que funcionarán como captadores de energía a través de efecto invernadero.

Memoria constructiva
Se plantea una construcción que aune una economía de mantenimiento con la necesaria relación con el medio, y una óptima iluminación para las oficinas de trabajo, controlando el soleamiento. Se propone un edificio compacto que se ahueca para constituir esa “calle climatizada” de salas judiciales. Se apuesta por la inercia y el control de la luz y la energía.

Una construcción con chapa de aluminio natural, material que nos permitirá resolver todo el cerramiento del edificio , incluso en la mirada limpia hacia el parque y la ría en la antesala de las salas de vistas.
El atrio, muy ligero de celosía y cristal, dejando entrever los edificios vecinos, y permitiendo su autonomía como arquitecturas propias. En su cara sur con ligero entramado de aluminio protegiendo soleamiento excesivo.
Un edificio que enfatiza el vacio público que la calle judicial climatizada constituye, desde una arquitectura muraria y compacta. Ello permite disponer el programa óptimamente, colocando los despachos cerrados de jueces y secretarios, hacia el sur y oeste, dejando las oficinas paisaje, que requieren más apertura de fachada al norte y las vistas, dejando en las galerías y puntualmente inundar el espacio de sol.

En cuanto al cerramiento un muro de panel de yeso al interior con las instalciones integradas, termoarcilla con aislamiento al exterior y una capa de aluminio ventilada. La chapa de aluminio tiene un ligero plegado que le permite constituirse en celosía protectora en los ventanales grandes, dando la necesaria unicidad a una arquitectura que se pretende ligera, pero a un tiempo nítidamente volumétrica.

De éste modo la fachada tiene en su parte opaca solución de tipo ventilada ligera, y con un solo material, proteger ventanales , incluso matizar el soleamiento dela calle judicial a sur.

La cubierta con gran masa para mejorar el funcionamiento , ecológica extensiva, recogiendo sus propias aguas para riego, o en otra solución un paisaje de gravas y cerámica machacada.

Para las instalaciones, el diseño arquitectónico permite un trazado que simplifica y optimiza recorridos.
Cada bloque de seis oficinas judiciales tiene en su cubierta su sistema de climatización etc., lo que reduce recorridos y diámetros y permite una fácil construcción en fases.
De ahí se distribuye a las salas inferiores y a los juzgados de menores, guardia e instituto de medicina.

Se propone para abaratar costes un sistema de suelo radiante frio-calor que en el clima de Vigo resultará suficiente.