Tragaluz

Il famoso ristorante barcellonese Tragaluz è nuovamente aperto, com’è accaduto di recente per suo “fratello” El Mordisco, altro fiore all'occhiello fra i ristoranti di Barcellona degli anni '90. Nel 2010 è toccato alla ristrutturazione della struttura che dà il nome al Grupo Tragaluz, team di successo guidato da Rosa María Esteva e Thomas Tarruella che, con Sandra Tarruella Interioristas, hanno in prima persona curato l'intero progetto di riabilitazione per fare in modo che l’iconico ristorante continuasse ancora a sorprendere anche 22 anni dopo la sua nascita. Sandra Tarruella, basandosi sul progetto originale di Pepe Cortés, ha voluto mantenere e rispettare il concept originale: un edificio dell'Eixample barcellonese coronato da un copertura in cristallo scorrevole che è all’origine del nome del locale. Al piano terra con accesso dalla strada, un nuovo ristorante giapponese e l’ostricheria TragaFishhh, danno ora la possibilità di apprezzare tutta la profondità dell’edificio. Lo spazio è costituito da banconi di diversi materiali, coperture tipo tatami, pareti in tegole di legno e mobili nuovi. Il lavoro fondamentale è consistito nel rendere più dinamico e areato il ristorante, ubicato nello spazio più importante al primo piano in cui la cucina a vista, con i mobili di marmo, legno e acciaio, da accesso alla sala da pranzo. Come spiegano Rosa e Tomás, i proprietari "era importante per noi che fosse così perché amiamo coinvolgere il cliente nell’attività della cucina, in modo da far vedere il prodotto e gli chef a lavoro". Nello spazio principale, coperto dal lucernario in cristallo, alcuni elementi dell’arredo originario convivono con le nuove sedie in pelle e noce. Il secondo piano, approfittando della presenza di un camino esistente, è stato trasformato in un luogo più tranquillo e riservato, arredato con panche in velluto, poltroncine in pelle e tavoli in noce, dove poter mangiare in maniera più informale. Sulla parete delle scale sono appesi tutti i bozzetti fatti da Javier Mariscal per la progettazione della nuova immagine grafica del locale. Responsable proyecto: Cecilia Moretti Colaboradores: Ricard Trenchs, Anna Badia, Catina Verdera, Anna Daunis, Marc Lopez Mobiliario: Batavia, Idees, Montina, Taller de los sueños Lámparas: Megaman, Flos Tapicería: Tapicería Aranda Cocinas: Garcia Casademont Pintor: Cavallé y associats Instalación Clima: Iberclima Diseño Gráfico: Javier Mariscal Tras su renovación, el Tragaluz sigue siendo el mismo de siempre pero más joven y actualizado. 22 años después de su apertura, su nombre cobra más fuerza y se abre aún más al cielo. La planta baja tiene tres barras. Al entrar se encuentra la barra de ostras, TragaFishhh, a cargo de Luis de Buen, que ofrece tres tipos de ostras: las ostras francesas, procedentes de Bouzigues y de Marennes-Oléron; las españolas, que vienen de Galicia; y las mejores ostras irlandesas. ELJ APO NÉS vuelve a casa como en sus inicios y lo hace con novedades: ahora se puede disfrutar de una barra de ceviches y sushi, además de una barra de brasa japonesa de carbón natural para hacer kusiyaki (pinchos). En la segunda planta está el Tragaluz, tradicional pero para redescubrir en el siglo XXI. En la pared de la escalera están colgados todos los bocetos realizados por Mariscal para el diseño de la nueva imagen. En este espacio sorprende la cocina, por la que hay que pasar para llegar a la sala. Como explican Rosa y Tomás “esto era importante para nosotros porque nos gusta involucrar al cliente en la actividad de la cocina, para que pueda ver el producto y cómo trabajan los cocineros”. La comida del Tragaluz es tradicional pero moderna, adaptada a los gustos y hábitos de vida de hoy. Se pueden encontrar las mismas recetas de siempre pero realizadas con una técnica más moderna, con ingredientes más ligeros. La cocina está dirigida por Joan Ferré, jefe de cocina del Grupo Tragaluz, y el chef es Gerard Prat, que vuelve al Tragaluz tras seis años en el restaurante Negro, también del Grupo. La carta del Tragaluz, basada en el producto, incluye clásicos como el carpaccio de ternera con mousse de foie gras, la lubina con patatas, cebollitas y albahaca o el tartar de cangrejo real con berros, manzana y jengibre y platos de temporada como los guisantes del Maresme rehogados a la menta y chupito de vainas, las múrgulas a la crema o los espárragos blancos de Navarra. En la última planta se puede comer de una manera más informal, con chimeneas y sofás para tomar el café o una copa antes o después de cenar. Desde este espacio, el visitante domina los tres pisos y se siente “como si estuviera en el cielo”. El Equipo Sandra Tarruella ha sido el responsable del diseño del nuevo proyecto interpretando las ideas del Grupo. El resultado consigue mantener la esencia del Tragaluz de siempre dando un protagonismo especial a la cocina y potenciando la entrada de luz en todos los espacios.