Casa Horada | Hollowed House | NŌ architects

The Horada House rises like a fragment of a quarry, a refuge of its own universe, sculpted with light and voids. Three courtyards shape the interior experience, allowing light to gently seep through the eroded walls, revealing the carved essence of this intimate space. In every corner, the raw materiality of exposed concrete is palpable, while the voids become canvases where personal introspection takes shape. The experience turns inward, creating a constant dialogue between the corporeal mass and the spirit that inhabits it, making the outside feel within.

The house is not merely an answer to a program but a way of understanding life—a deep introspection that invites one to discover serenity in contrast to the outside world, where light and shadow play the role of storytellers of untold narratives.

"The great space created within it would not be visible from the outside, but those who entered its heart would see the light of the sun, of the moon, inside a mountain overturned toward the sea and the unreachable, necessary, nonexistent horizon."
—Eduardo Chillida, Lugar de Encuentros

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La Casa Horada se erige como fragmento de cantera, como refugio de un universo propio, esculpido con luces y vacíos. Dónde tres patios articulan la vivencia interior, permitiendo que la luz se cuele suavemente entre las paredes erosionadas, revelando la esencia horadada de este espacio íntimo. En cada rincón, la materialidad del hormigón visto se hace sentir, mientras los vacíos se transforman en lienzos donde la introspección personal toma forma. La vivencia se dirige hacia el interior, creando un diálogo constante entre la masa corpórea y el espíritu que la habita, haciendo sentir el exterior dentro.

La casa no solo alberga la respuesta a un programa, sino una manera de entender la vida, una introspección profunda que invita a descubrir la calma en contraste con el mundo exterior, donde la luz y la sombra juegan a ser narradores de historias aún no contadas.

“El gran espacio creado dentro de ella no sería visible desde fuera, pero los hombres que penetrarán en su corazón verían la luz del sol, de la luna, dentro de una montaña volcada al mar y al horizonte inalcanzable, necesario, inexistente”. Eduardo Chillida. Lugar de Encuentros