Casa Piñatas | WHALE!

Casa Pinatas is located on the outskirts of Algarrobo, in the Valparaíso Region, on a 5,000 square meter site characterized by a gentle slope and abundant vegetation such as Mimosas, Pines, and Eucalyptus.

The project features a linear structure designed to accommodate three bedrooms, two bathrooms, and a living area. 

The interiors, initially neutral and lacking specific atmospheric characters, are transformed by architectural elements that reshape the relationships between spaces and enhance their spatial qualities. 

Towards the landscape, a wooden screen creates deep shadows, presenting the residence as a contemporary interpretation of a cave, evoking a primitive refuge.

The same wall that defines the covered terrace, includes a ramp for direct access to the ground.

A small patio fills the interiors with light, revealing the barely visible grains of the black wood that wraps around the living room walls. 

The gravel garden complements the house’s geometry, following the unexpected interior organization suggested by the kitchen’s volume. 

The entire building, in terms of both structure and finishes, is made of Pine wood, except for the lower wrap of the interior walls, which is made of Raulí, a red tree from Chilean Patagonia.

Credits

Architecture Firm: Whale!

Lead Architects: Branko Pavlovic and Luca Montanarella

Photography: Natalia Oyarzún

Constructor: Rodrigo Espinoza + Construcciones Rivas

[ES]
Casa Piñatas se encuentra en proximidad de la ciudad de Algarrobo, en la Región de Valparaíso, en un sitio de 5,000 metros cuadrados con una suave pendiente y abundante vegetación como Mimosas, Pinos y Eucaliptos.

El proyecto presenta una estructura lineal diseñada para albergar tres dormitorios, dos baños y una zona de estar.

Los interiores, inicialmente neutros y sin especificas cualidades atmosféricas, se transforman mediante elementos arquitectónicos que reconfiguran las relaciones entre los distintos espacios y enriquecen su espacialidad.

Hacia el paisaje, una pantalla de madera crea sombras profundas, presentando la residencia como una interpretación contemporánea de una cueva, evocando un refugio primitivo.

La misma pared, que delimita la terraza cubierta, incluye una rampa para acceso directo al terreno. 

Un pequeño patio llena los interiores de luz, revelando las vetas apenas visibles de la madera negra que envuelve las paredes del salón.

El jardín de gravilla complementa la geometría de la casa, acompañando la inesperada distribución sugerida por el volumen de la cocina.

Todo el edificio, tanto en estructura como en acabados, se encuentra realizado en madera de Pino, excepto el revestimiento inferior de las paredes interiores, revestido en Raulí, madera rojiza de la Patagonia chilena.