LAS MIL Y UNA NOCHES | DIVA ARQUITECTURA

The house, located in the centre of the capital of Alicante, occupies an entire floor of the building with a total of 110 m2. In the centre of the building, a bright but uninteresting inner courtyard organises the space of the property. Prior to the renovation, the house had 6 bedrooms, one bathroom, two fireplaces and an exterior sliding space along the courtyard. After the renovation, there were 3 bedrooms, 2 bathrooms, 1,000 bookcases, 2 fireplaces, 1 kind of museum and 1 microscope bench.

Letting yourself to be seduced by the interests - both public and secret - of the client, you discover more about their home than any established programmatic approach. Thus, we found fossil collectors, astronauts, Pokemon trainers or 2.16-metre tall human beings.

However, our reality -internal and external- is not defined by a single hobby, profession or concrete physicality, but turns out to be a tangle of sensations, hobbies, whims and manners that seek their spatiality and that can be as ephemeral as the one who takes off or puts on a mask. For their development, sometimes devices are needed, sometimes limited square metres, and sometimes simply a concrete - intangible - atmosphere. In the "Tales from a Thousand and One Nights´ House", the design traces are directed by a multifaceted client with an educated eye and a fine palate. The architecture will be influenced by his cook self and his art collector self, as well as his other selves of the day.

The materialisation of the masks that its owner has accumulated over time, brought to the process by two old friends John Hejduk and Saul Steinberg, make up the narrative of the project. It is the impossibility of showing a single discourse in such a multiple universe in which his whole being lives and feels what pleases and stuns the most. The inhabitant, in his spatial inhabiting, establishes a fetishistic relationship with his objects and specifities that gives rise to as many houses as he needs. The house of the "Thousand and one" houses.

[ES]

La vivienda, que se sitúa en el centro de la capital alicantina, ocupa toda una planta del edificio con un total de 110 m2. En el centro de la misma, un patio de luces, con luz pero sin interés, organiza el espacio del inmueble. Previo a la reforma, la casa contaba con 6 habitaciones, un cuarto de baño, dos chimeneas y un espacio corredero exterior a lo largo del patio. Posterior a ella, son 3 habitaciones, 2 cuartos de baños, mil librerías, 2 chimeneas, 1 medio museo y 1 banco para microscopios.

Dejarse seducir por los intereses –tanto públicos como inconfesables- del cliente, te descubre más sobre su vivienda que cualquier acercamiento programático ya establecido. Así, nos encontrábamos con coleccionistas de fósiles, astronautas, entrenadores de pokemons o seres humanos de 2.16 metros de altura.

Sin embargo, nuestra realidad –interna y externa– no se conjuga con un solo hobby, profesión o fisicidad concreta, sino que resulta ser un ovillo de sensaciones, aficiones, caprichos y rituales que buscan su espacialidad y que pueden ser tan efímeros como el que se quita o pone una máscara. Para su desarrollo, a veces se necesita de dispositivos, otras de metros cuadrados acotados y otras, simplemente, de una atmósfera –intangible– concreta. En la “Casa Las Mil y Una”, los trazos proyectuales son dirigidos por un cliente polifacético de educada vista y fino paladar. La arquitectura se moverá entre su yo cocinero y su yo coleccionista de arte, influyendo también sus otros yoes del dormir, del cine en versión original, y de la investigación del mundo que habita y del que es habitado. Las disputas, observaciones, pactos, amistades y conversaciones entre los diferentes yoes del cliente son las que generan este proyecto.

La materialización de las máscaras que su dueño ha ido acumulando a lo largo del tiempo, y que traen al proceso dos viejos amigos como John Hejduk y Saul Steinberg, conforman la narrativa del proyecto. Y lo que agrada y aturde de ella, es la imposibilidad de mostrar un discurso único en tal universo múltiple en el que vive y se siente todo su ser. El habitante, en su habitar espacial, establece una relación fetichista con sus objetos y espacialidades que origina tantas casas como le sean necesarias. La casa de las “Mil y una” casas.