CUBE 2 | ESTUDIO CARME PINÓS

It can’t be denied that a tower has always a will of singularity and that its sculptural value is its most precious asset.
In this case, we don’t want to disconnect this sculptural value from its structural expression; we believe that any balancing act which its way of working is easily understood, responding to a carefully measured calculation, will reflect a tension that is, at the same time, harmony.
The building is really close to two towers very similar in height, so we try to make it stand out by inclining it towards the main street, this balancing gesture is the expression of our project.
We start from a parallelepiped shape, two sets of concrete bulkheads form an acute angle and divide the building into 2 triangles freed from interior columns.
These bulkheads are the main structural element. An inclined girder dismounts the façade columns on ground level in order to make the entrance to the building. This girder’s geometry gives the tilting for the façade’s “brise-soleil”, seeking with this inclination an image of slenderness. Our formal expression is following these balancing games, which are a result of tilting the tower forward and creating a façade with lines non parallel to the ground.

[ES]
Una torre siempre tiene una voluntad de singularidad, y su valor escultórico es su característica más preciada.
En este caso, no se quiere desvincular este valor escultórico de su expresión estructural. Creemos que cualquier juego de equilibrios cuyo funcionamiento podamos entender reflejará una tensión que es también armonía.
Puesto que el edificio se encontraba muy próximo a dos torres de similar altura, intentamos diferenciarnos de ellas inclinando la torre hacia la calle principal, movimiento que constituye la expresión del proyecto.
Partiendo de un paralelepípedo, dos juegos de pantallas de hormigón forman un ángulo agudo y dividen el edificio en dos triángulos libres de pilares interiores.
Estas pantallas son el principal elemento estructural. Una gran jácena inclinada apea los pilares de fachada en planta baja y ayuda a conformar la entrada al edificio. La geometría de esta jácena da la inclinación que seguirá el brise-soleil de la fachada, buscando con ella una imagen de esbeltez. La expresión formal de estos juegos de equilibrio es resultado de inclinar la torre hacia adelante y configurar la fachada con líneas nunca paralelas al suelo.