IREKUA ANATANI House | BROISSINarchitects

The name “Avandaro” comes from a Purépecha (a native language) word that means “place of the orchard” or “place in the clouds”. It was a territory originally inhabited by the tarasco indigenous people; who gave it this name, from whose language this house takes its alias, “Irekua”: Family house, and “Anatani”: to be under a tree: Irekua Anatani = Family house under the trees. Inspired by the land, which lies covered by showy trees, principally by oyamel trees, pine trees and encino trees, from the very first visit to the property we thought that the house had to enjoy the splendor of living under this density and be intrinsically a part of it by safeguarding most of the trees and the existing forest. This gave meaning to the architectural concept that took as a foundation platform a tranquil and partly open space in the middle of the mountain. The program was adapted to that topography, adjusting each space according to its use and function within the community of the whole house.
The climate is temperate, semi humid with maximum temperatures of 95 °F and a minimum of 37 °F, which is why the design of the house responds to the orientation. The south east facade shows itself linear and dominated by a wood curtain that helps us to let the sun’s rays through in the morning in a diminished way, giving the necessary warmth to the hallway that is contained between this screen and the concrete wall that is the main support structure of the house, and gives place to interstices amongst public and private spaces conquered by the living rooms and terraces. In visual and formal contrast, the south west facade is mostly glass to capture the sunset in the evening and warm up the bedrooms to prepare them for the temperature decrease at night. The north facade tops towards Valle de Bravo’s lake, it is extended in an open-covered arrangement that reinforces the intention of living in a holistic manner with its environment and users, through the principal terrace and the pool. Meanwhile, the fifth facade is 100% green which maintains a uniform temperature on the ceilings throughout the whole year and camouflages the residence efficiently with its natural context that is the original vein of design.

[ES]
El nombre de Avándaro proviene de una palabra purépecha que significa “lugar de la vega (huerta)” o “lugar en las nubes”. Fue un territorio habitado originalmente por indígenas tarascos; quienes le dieron este nombre, de cuya lengua este proyecto toma su alias, “Irekua”: Casa Familiar y “Anatani”: estar bajo un árbol: Irekua Anatani = Casa familiar bajo los árboles. Inspirados por el terreno que se encuentra cubierto por vistosas arboledas de oyameles, pinos y encinos principalmente, desde el primer momento que conocimos el predio pensamos que la casa tendría que gozar el esplendor de vivir bajo esta espesura y ser parte intrínseca de ella resguardando la mayoría de los árboles y el bosque existente. De aquí se desprende el partido arquitectónico, que reclamó como plataforma de desplante un remanso en parte libre en medio del monte. El programa de necesidades lo adaptamos a esa topografía acomodando los espacios según su uso y función dentro de la colectividad del conjunto.
El clima es templado, semi-húmedo con temperaturas máximas de 35° y mínimas de 3°C por lo que el diseño de las 5 fachadas responde a su orientación. La fachada sur oriente se muestra lineal y dominada por una cortina de madera que nos ayuda a dejar pasar los rayos del sol por las mañanas de manera menguada dando la calidez necesaria al corredor que esta contenido entre ésta pantalla y el muro de concreto armado que forma la estructura de soporte principal de la casa, y da lugar a intersticios entre los espacios públicos y privados conquistados por salas de estar y terrazas. En contraste visual y formal la fachada sur poniente en su mayoría es vidrio para capturar los últimos rayos del sol de la tarde y calentar las habitaciones y baños para la caída de temperatura en las noches. La fachada norte remata hacia el lago de Valle de Bravo, está extendida en un arreglo abierto-cubierto que fortalece la intención de vivir una casa en forma holística con su entorno y sus usuarios, a través de la terraza principal y la alberca. Por su parte la 5ta fachada es 100% verde lo que mantiene una temperatura pareja en los cielos rasos durante todo el año y mimetiza la residencia eficazmente con su contexto natural que es la vena original del diseño.