MUSEO GUGGENHEIM EN HELSINKI | antonio tartaglia arquitecto

Como un antiguo instrumento para medir, el Mercado Cubierto de Kauppahalli revela la relación que años atrás existía entre este parte de ciudad y su puerto. La proximidad con un agua que aún no es mar lo convierte en un hibrido; ya no forma parte de un tejido urbano definido, pero tampoco pertenece del todo al mundo de las estructuras de servicio. Este carácter de ambigüedad perceptiva, herencia de una actitud propia de la ciudad, es lo que se pretende transferir al nuevo edificio para el Museo Guggenheim. Se configura por lo tanto un volumen a partir de referencias muy próximas a las del citado Mercado, que pero se tensionan en busca de la abstracción necesaria para situar el nuevo elemento en una dimensión que se pretende intemporal. Como si siempre hubiese estado allí. Como si de un astillero para la reparación de embarcaciones se tratara o como en un depósito para almacenar mercancías listas para ser transportadas, la reiteración del elemento constitutivo básico difumina aparentemente la presencia del nuevo edificio entre las infraestructuras de la zona portuaria, mientras que su unicidad en cuanto a forma delata su contemporaneidad. En el interior, los espacios accesorios y técnicos requeridos por el programa funcional se articulan, cada uno según sus exigencias, alrededor de una zona central principal reservada a las galerías expositivas iluminadas cenitalmente.