LA PUERTA DEL SOL MADRID | JUAN CARLOS PELLEGRINI RICCARDI

LA PUERTA DEL SOL MADRID

El aporte que debemos hacer a la ciudad los arquitectos, pasa no solamente por nuestra decisión sobre lo construido; en el mejor de los casos, la ciudad se transforma..., nace, crece o muere motivo de medidas políticas o económicas; con una mirada rápida vemos lo poco que podemos hacer al respecto, pero sin embargo gracias a nuestra intervención se modifica el espacio y su expresión mayor, “el lugar”, luego necesariamente se espera de ese lugar, modele, transforme a los hombres que lo habitan.

Sin acudir a la tentación de homologar la tendencia de las últimas décadas, con proyectos fastuosos a que echaron mano gobernantes para reciclar ciudades y urbes exánimes.

Para el arquitecto, la forma es esencia, es su modo de su expresión, su logos, la forma imprime identidad al lugar, lo cualifica..., la forma de alguna manera sella la herencia cultural y el legado de prospectiva.

El partido, intervención en un espacio urbano que anhela una geometría, en un ámbito esencialmente centrípeto, enfatizar lo proyectual, una materialización que como símbolo de contención y concentración agregue identidad y una impronta potente reconocible, un algoritmo de ordenación, geometría y ciudad emparentadas analógicamente en concomitancia ancestral. Propone un aforo a una escala relacionada, mas a la antropometría que a la búsqueda de originalidad, a descubrir el lugar que vendrá, con una contundente presencia dinámica a lo largo de un planteo necesariamente lineal, del cual parecieran emerger un sinnúmero de azarosas alternativas de este lugar geométrico suscitante de Madrid. El planteo oblongo a lo largo de una promenade enmarcada por transparencias, busca descargar tedio y tal vez la imagen de un no lugar. 

En un solo gesto hubo la intención de unidad, en espacios contenedores de espacios, que desdoblen y congreguen actividades y a su vez dupliquen el ámbito y no solo profundicen en superficie, sino en el espacio.

Un único sistema urbano que a la manera de equipamiento inmueble, contenga las posibles actividades en una novedosa conformación coloquial,  dos conjeturas de dialogo sugieren ambas caras del proyecto, una con la plaza y otra con la acera comercial antagónica, una manera de potenciar ambas instancias interactivas. A estas sumamos la cuota de misterio de la bóveda acristalada que induce a penetrar e investigar. Donde actividades del orden artístico-cultural, museal, etc., mas noveles alternancias mercantiles imprimirán consecuentemente mayor vigor al actual perfil comercial y turístico.   

Pareciera que las formas escalonadas desde pretérito originan un singular encanto y agregan una cuota de sosiego particular a la profusa actividad hiperquinetica actual. El proyecto genera, por un lado el paseo acristalado y recova y por otro gradas, terrazas y pasarela por donde lograr otras perspectivas del sitio.

Por caso revisar la actividad musical en actualísima tendencia a desarrollar espectáculos musicales a cielo abierto, o el caso de Piazza España en Roma en congregación permanente, o sin entrar en detalles el anfiteatro romano de Tarragona, o el teatro de Delfos.      

Un forjado espacial (desarrollo expresivo, etéreo y estéreo a la vez, con color incorporado), cemento, metal y cristales que se despliegan en todo el desarrollo, generando un movimiento ondulante, una dinámica de la materia con sus efectos directos sobre la luz, la sombra y consecuentemente sobre el espacio y el lugar.

Se piensa en elementos mas elaborados que las técnicas constructivas tradicionales, de contar con piezas fundamentalmente prefabricadas con la intención de no interrumpir la actividad del lugar.

HIPERAUSTRO