CIUDAD DEL SABER | Boa Mistura

Hemos interpretado la Ciudad del Saber basándonos en su esencia: la Sabiduría. Que para nosotros es la mezcla del PENSAR y el SENTIR. El pensar como acto racional, meditado y aprendido, y el sentir como parte intrínseca, libre y fuera de control. El lugar de la intervención es el Templo Ecuménico de la Ciudad del Saber. Construido en 1965 como “capilla multidenominacional”, es decir, un espacio neutro no centrado en el rito de una religión específica, que en la actualidad ha cambiado de uso convirtiéndose en un contenedor expositivo. El rasgo fundamental es el ritmo que pauta sus alzados laterales. Cada fachada cuenta con 11 machones separados 2,60m y cada machón tiene un ancho de 1 m y sobresale 80 cm del plano de fachada. Esto provoca un juego de luces y sombras y de volúmenes superpuestos que nos parecían muy interesantes. La forma más clara de resolver este espacio es la anamorfosis: generar un efecto óptico mediante la deformación de la perspectiva que, desde un punto concreto, hace que el espacio se aplane y cobre sentido. El resto de miradas interpretan un paisaje abstracto de formas y colores. Descifrando el edificio lo intervenimos en dos direcciones mezclando los dos conceptos con los que estamos trabajando: PENSAR y SENTIR para que se entremezclen generando el SABER. La intervención es tan poética como radical. Otorgamos un color cálido a SENTIR. Y un color frío a PENSAR. Los colores utilizados se relacionan con el lugar: se mantiene el blanco de las casas de Clayton, el naranja de las tejas y el verde de la vegetación.