Centro Juvenil de Burlada

El edificio trata de dar una respuesta urbana coherente con el uso del edificio, la configuración de la parcela y el entorno construido cercano. Así se plantea el acceso principal al edificio a través de un porche de doble altura que se abre a la nueva plaza generada al eliminar el aparcamiento en superficie del espacio público colindante. Dicha plaza será la antesala del edificio y lugar de encuentro de sus usuarios, donde además se gozará de buenas condiciones de soleamiento al ser la orientación Sur. Al resto de orientaciones el edificio es bastante hermético, abriendo huecos puntuales que controlan la perdida de energía y la intromisión del ruido de las calles adyacentes. Se plantea un escenario para representaciones al exterior hacia al calle Elizgibela que aprovecha las escalinatas que salvan el desnivel existente entre dicha calle y la nueva plaza generada a modo de “gradas”. Además del acceso principal al nuevo edificio, éste cuenta con un segundo acceso directo al sótano, donde se ubica el programa de ensayos musicales y conciertos, que permitirá su funcionamiento fuera del horario de apertura del resto del edificio.